Recreacionistas de las guerras napoleónicas en instantáneas
Fujifilm Instax SQ con Instax Square Color
Lo que voy a decir es una obviedad. El ámbito en el que las cámaras Instax de Fujifilm, da igual el formato del que hablemos, Mini, Square o Wide, es el retrato. Son cámaras pensadas para socializar. Para usar entre amigos. O con desconocidos con los que quieres conectar. ¿Qué mejor que regalarles una foto recién hecha y muy simpática para entrar en materia de asuntos de más trascendencia? Y al fin y al cabo, si Fujifilm no se preocupa mucho por la calidad de sus cámaras Instax es porque son sólo un vehículo para el consumo de película, que es con lo que realmente gana dinero.
La industria de la fotografía entró en crisis en los 2000 porque la fotografía digital trajo consigo un desplome de naturaleza cuasiapocalíptica en el negocio de los consumibles, del revelado y de las copias fotográficas. ¡Que se lo cuenten a Eastman Kodak! Pero Fujifilm sobrevivió a ese hundimiento manteniendo e impulsando el área de negocio de la película instantánea, las Instax. Es el área de negocio que impulsa hacia arriba de su división fotográfica. Fujifilm es una película con muchas otras áreas de negocio en el sector químico, en la cosmética, en la farmacéutica y vaya usted a saber en qué otras.
Pero algunos pretendemos explorar el uso de las películas Instax, en mi caso de las Instax Square, para otros géneros de fotografía. Y de ahí nos vienen “los disgustos”. Porque cuando te sales del retrato casual y divertido, la cosa se pone más difícil y peliaguda. Hay fotógrafos, los más creativos, que le encuentran la vuelta con aparente facilidad. Pero a otros, más limitados, por entusiastas que seamos, nos cuesta más. Pero bueno… de vez en cuando puede venir bien utilizar la cámara para lo que está pensada. Retratos espontáneos.
La ocasión se presentó este sábado pasado. Se celebraba en Zaragoza una recreación histórica de los Sitios de Zaragoza, evento de las guerras napoleónicas en España, sobre el que no voy a insistir. Ya dejé caer algo en mi Cuaderno de ruta el domingo pasado. Visitamos el campamento de los contendientes en el parque del Tío Jorge de Zaragoza el sábado por la mañana. Empezamos hacia las 10 de la mañana, y yo estuve durante casi un par de horas. Me llevé una cámara digital poco intrusiva, de donde vienen las fotografías del artículo que acabo de enlazar, la Pentax MX con un rollo de la nueva Harman Phoenix 200, que mandaré a revelar a principios de abril, y la Fujifilm Instax SQ6 con el único cartucho de película Instax Square color que me quedaba.
Lamenté no haber previsto la compra de algún cartucho más. La verdad que hacer los retratos, unos posados, otros más espontáneos, fue una parte muy divertida de la mañana. Pero sólo dio para diez de ellos. Con la cámara ajustada en el modo D, dark, que reduce algo la exposición dentro de los límites de la cámara, y con el flash activado siempre, los resultados no están mal, mejorando conforme iba avanzando la mañana… hasta que me encontré con que se me habían acabado las fotos a los 30 minutos de empezar. Pero fue divertido mientras duró.